"Ellos se ríen de mí porque soy diferente, yo me río de ellos porque son todos iguales " - Kurt Cobain.

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domingo, 23 de diciembre de 2012

Capítulo 2.

                                               Pedí ser salvada y un ángel me escuchó

                                              Creo que de madrugada, 4 de diciembre en una discoteca.

Aquí me encuentro pegada a los labios de un desconocido, muerta del asco, odiándome por entregarme por sexta vez a alguien a quien no amo, cometiendo el mismo error para sufrir más. Esta vez lo único que diferencia un beso de otro es el motivo, hasta ahora resentimiento, pero en este momento, además necesito asestarle ese golpe mortal a sus sentimientos, si es que todavía me quiere y si no es así, al menos que vea lo que se ha perdido, que vea que no me resigno a recordarle, que su recuerdo solo es un puñado de ceniza en mi mano, y la ceniza, se la lleva el viento.

Chico desconocido. - Wow, eres una tia muy caliente...- dice en tono interesante.
Yo.                          - Cállate y limítate a besarme.
Chico.                     - Y si vamos al baño y...
Yo.                          - ¿Qué dices? Soy virgen, ni siquiera me conoces.
Chico.                     - Eres tú la que me ha besado.
Yo.                          - Oye mira, déjame. Me voy.
Chico.                     - Eres muy rara, puedo hacerte cambiar de opinión.
Yo.                          - No lo creo.

  Ya era tarde. Antes de que pudiera darme la vuelta, me agarró el trasero y me metió la lengua hasta el fondo, yo lo aparté y me di la vuelta, entonces apareció Álex, justo delante mía , me observaba con tristeza en sus pupilas y el desconocido me agarró de la mano, esta vez, no lo evité, no podía echarme atrás con él viéndolo. No tengo escapatoria, no sé que hacer, estoy a punto de romper a llorar y eso sí que no lo puedo permitir.

Álex. -¿Valentina?- dice mientras me toca el hombro.
Yo.    - Eh.....- arranco a llorar y me dejo llevar por la rabia- ¡¡¿¿Qué es lo que te pasa??!! ¿No ves que estoy ocupada? Siempre tienes que arruinarlo todo, tú, siempre tú.
 

Le empujo contra la barra ante su expresión confusa y hago lo único que puedo hacer, correr, y huyo lejos entre la multitud, en el camino la gente me grita qué es lo que hago, que de qué voy. Yo obvio sus comentarios y me dirijo a la terraza apartada y respiro hondo... No puedo cesar de llorar, quiero volver a casa y dormir... Joder, un momento... Volver a casa.. ¡Ay, Dios mío! ¿Pero qué hora es? Ni siquiera les dije a mis padres a dónde iba ni cuándo volvía. El móvil, hay que mirar el móvil.. ¡Las 2 de la mañana. Uff. Solo una llamada perdida de mis padres. ¿Cómo es posible? A estas horas tendría 54, ¿habrán llamado a la policía? Esto es el fin, no volveré a salir en mi vida. A ver, Valentina, piensa, ¿cómo has llegado hasta aquí? Te trajo la hermana de Helena en su coche, ¿y Helena? ¿ Y las demás? ¿Cuándo me he separado de ellas? Seguro que se han ido ya pero, ¿sin mí? Tengo que llamar a mis padres pero estoy tan confusa, ojalá pudiera volver atrás y no hacer nada de esto. Si estuviera con él... Si estuviera con él no habría perdido el Norte.

Álex. - ¡Valentina! ¿Pero a tí qué te pasa? ¿Qué estás haciendo? De verdad... Tú no eres así, ¿qué hacías besándote con ese?- me grita severamente.

 Me giro hacia él e involuntariamente me voy cayendo derrumbada en mi llanto apoyada en la pared de la terraza... Tirada en el suelo llorando delante de él, humillada, sin autoestima, sin ganas de vivir, sin nada.
No puedo articular palabra ni soy capaz de elaborar respuesta. Y Álex, entre sollozos mudos, acongojado y sin más cartuchos que quemar contra mí, se apiada, me concede una tregua y se sienta junto a mí.

Álex. - Por favor, deja de llorar y dime qué pasa- ruega bajando la voz, en tono de duelo y cierta tristeza en su voz.
Yo.    - Dime que no son las dos de la mañana o moriré aquí mismo, créeme, ahora mis sentimientos son el menor de mis problemas. - logro decir por fin.
Álex.  - ¿Las dos? No son ni las nueve y media, Valen- dice suspirando.
Yo.     - ¡¿Seguro?!- y entonces recuerdo que el reloj de mi móvil no funcionaba desde hace ya un mes.- Gracias. Oye.. Me duele mucho la cabeza como para hablar, y mucho menos para mentir, me hubiese gustado decir que sé lo que hago, que lo estaba pasando bien... Pero lo cierto es que no sé ni dónde están mis amigas.
Álex.  - He estado con ellas, tranquila, solo llevas aquí una hora, hace un rato que te ví, pero parecías estar en tu mundo. Helena, Marta y Sara estaban buscándote cerca de la barra justo cuando he salido a buscarte, saben que estás conmigo.
Yo.  - Joder... Menos mal.
Álex. - Estás borracha, no te entiendo, de verdad.
Yo. - ¿Te has dado cuenta tú solito? Mira, lo último que necesito es que me machaques. Encima de que me has interrumpido la noche. Todo era perfecto hasta que te metiste.
Álex. - Mira, no me vengas con cuentos, se te notaba en la cara que estabas sufriendo, que ya nos conocemos, Valen. No sé tus razones pero sé que no conoces a ese chico y que no querías besarlo.
Yo. - ¿Tú que sabes? Ya no me conoces, he cambiado, no soy la chica vulnerable a la que dejaste, ahora soy así. Solo quiero divertirme y... Y no te necesito, que estoy harta, completamente harta de que siempre tengas que que estar a mi vera, como si no supiera protegerme sola. ¿Con qué derecho lo haces?¿ Con qué derecho me dejas y luego vienes aquí a fastidiar? Tengo derecho a ser feliz. Te odio, te odio, no me subestimes más. ¿A caso te enamoraste de otra, porque yo no me merezco a semejante tio como tú? Pues he estado preguntándomelo todo este tiempo y es así....
Álex. - Sabes que no... Sabes que nunca quise que te sintieras así, soy yo quien no te merecía...
Yo. - Exacto. Y no me interrumpas más. Eres tú quien no me merece, ese es el pensamiento que ha hecho que sacara fuerzas de donde no las hay para levantarme cada día y poder cruzarme contigo en el instituto y ahora vienes aquí a romperme el alma, a demostrarme que es mentira, desvanecerme la única mentira en la que me apoyo enseñándome lo perfecto que eres viniendo aquí a preocuparte por mí, a recordarme que no puedo ni podré olvidarte, me haces sentir impotente y si es lo que quieres oír te lo diré: TODO ESTO ES POR TÍ.

 
Y sin saber por qué veo que una lágrima corre por su rostro. A pesar de todo lo necesito ahora tanto que no puedo evitar dejarme caer en su hombro mientras él no se resiste y me rodea con el brazo.
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Muy largo, la verdad, espero que os guste, besos:)
 

2 comentarios:

  1. Holaaaaa!:) jejeje DIOOOSSS ME ENCANTO EL CAPITULO! Escribes genial sabes? Siguela porfa:) MUCHOS BESOS PRECIOSA Y FELIZ NAVIDAD!

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  2. OIII! Me encanta la histora porque es distinta a todas las que me he leído hasta ahora(en el buen sentido, eh? XD) Es que me encanta :)
    Que pases felices fiestas! ^^

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